El contexto actual de nuestro país propone una máxima en las empresas: incrementar las ventas, ganar mercado y crecer en rentabilidad. El escenario es por demás competitivo y es necesario ser muy precisos al momento de definir las estrategias para lograr esos objetivos.
En ese sentido, una estrategia Inbound, es decir, de atracción de clientes, permite poner un pie delante de nuestros competidores. Sólo es necesario adoptar una nueva metodología de trabajo orientada a captar clientes y cerrar ventas. Esta metodología, definida como Inbound Marketing, permite combinar las bondades de la inteligencia artificial orientada a incrementar las ventas, con una estrategia de comunicación que permita llegar el público adecuado, con el mensaje adecuado y los canales más idóneos.
El Inbound Marketing es el marketing de atracción, que se antepone al marketing de invasión del que la mayoría somos víctimas. Recibimos mails que no esperamos, llamadas que no deseamos, propuestas que no nos interesan. En lugar de salir a buscar al cliente; el Inbound Marketing permite que sean ellos quienes nos encuentren.
Este fenómeno se compone de 4 fases fundamentales:
Atraer. El primer paso es definir nuestro buyer persona o cliente ideal. Describirlo, conocerlo, crearlo, son los pilares fundamentales del proceso. Una vez que tenemos claro nuestro “comprador ideal”, buscamos atraerlo hacia nuestro sitio Web, el gran embudo en el que vamos a guiarlo hacia nuestra propuesta de valor.
Convertir. Es siguiente paso es convertir a los visitantes ocasionales de nuestro “Embudo Web” en prospectos o leads. Para ello utilizamos post de blogs, e books, Google Ads, e-mail marketing. La clave es que se interesen por nuestro producto o servicio.
Cerrar. La materialización de la estrategia de Inbound es convertir a ese Lead o prospecto, en un cliente. Que adquiera nuestro producto o servicio.
Fidelizar. El último paso y no por ello menos importante, es convertir a ese cliente en un promotor. Que sea nuestro “socio”, nuestro vendedor estrella. Que promueva a que otros se conviertan en clientes.
Ése es el objetivo fundamental de toda empresa: Deleitar a sus clientes para convertirlos en fans de nuestra marca. Con el Inbound Marketing, es posible lograrlo de una manera rápida, eficiente y eficaz. Hoy, el cliente tiene el control. Convertirlo en nuestro aliado, es el principal objetivo al que debemos apuntar como empresa.
¿Estás listo para asumir el desafío? ¿Estás listo para el éxito? Si la respuesta es sí, te invitamos a que vayamos juntos.